Imponente y estratégica, esta fortaleza que se erige en la capital de Valonia tiene un recorrido milenario que ha dejado huella en la Europa que hoy se conoce 

Elevándose hasta los 190 metros y sumergiéndose bajo tierra con caminos de siete kilómetros de recorrido, es una de las visitas imprescindibles para conocer el histórico corazón centroeuropeo.


Fuente: Promotourist / Fotografías: Promotourist

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Valonia



No todas las grandes edificaciones pueden decir que han sido rebautizadas por algunos de los personajes históricos más conocidos del continente. Sí que puede hacerlo la Ciudadela de Namur, a la cual Napoleón Bonaparte se refirió como “la termitera de Europa”, que hoy es una de las fortificaciones europeas más importantes y está considerada Patrimonio Excepcional de Valonia. 

Su importancia histórica y patrimonial radica en su posición táctica, en la colina que admira la confluencia de los ríos Mosa y Sambre. Hoy, desde sus 190 metros de altura, se puede observar Namur a vista de pájaro; en el pasado era un cruce entre varios caminos de comunicación continentales. Pero si se ganó el apodo de ‘termitero’ fue por sus siete kilómetros de túneles subterráneos, toda una hazaña militar del siglo XVI, que es cuando se empezaron a construir. Un centenario después, se construyó una nueva defensa, Terra Nova, hoy, un centro de visitas y exposiciones. 



Sin duda, un baluarte con un gran poder militar y que paradoxalmente tuvo menor relevancia en las dos guerras mundiales. De hecho, fue a partir de del 1890 cuando la Ciudadela de Namur empezó a transformarse en un lugar más social, con la construcción de un hotel, un teatro y un estadio de juego en sus alturas. Aunque hoy en día no existen estas atracciones, fue la primera vez que se reflejó lo que la Ciudadela de Namur es hoy: un emblemático lugar para disfrutar de la capital valona con unas panorámicas de ensueño.

Con esta imponente historia, no cabe duda de la importancia turística de la fortaleza. A día de hoy, existen tres visitas guiadas para conocer lo que esconde la Ciudadela de Namur, aunque están en pausa debido a las restricciones en la región. La más espectacular es la que recorre las catacumbas, que visita 500 metros de las galerías restauradas para conocer la historia de la Ciudadela. Está equipado con animaciones 3D y efectos de sonido refuerzan la narrativa.


El centro Terra Nova es la segunda gran visita de la Ciudadela de Namur. Ubicado en un antiguo cuartel militar, narra 2.000 años de historia urbana y militar europea con la fortaleza valona como epicentro protagonista. Imágenes, mapas y videos a escala real, permiten conocer mejor los momentos trascendentales que han llevado a la Europa de hoy.

La visita más amena hacia la ciudadela es la que se hacen en el tren turístico, que recorre la zona amurallada y permite disfrutar de las vistas de la ciudad y de su ritmo de vida, a la vez que, con un guía, se descubren más pinceladas de historias de la imponente fortaleza.


La Ciudadela de Namur es un testimonio de millones de años de historia geológica y humana. Visitarla es tener la oportunidad de recorrer el pasado y familiarizarse con una fortaleza que es un auténtico ejemplo de herencia militar y cultural. 

Para los namurienses y para los valones en general, albergar dicha joya es un orgullo, y mostrársela al mundo, es prácticamente una obligación. Por ello, Namur ha emprendido un proyecto importante: se prevé que este año se inaugure un teleférico urbano que una el centro ciudad con la ciudadela en cuestión de minutos. Será el primer teleférico urbano de la región, junto con el de Huy, que también está en construcción. Es una evidencia clara que nadie vive en la ciudadela, con lo que la llegada de este teleférico tiene una vocación turística, para acercar la majestuosidad de dicha fortaleza a cualquier visitante de la capital valona.